El avance tecnológico en nuestra vida cotidiana ha cambiado drásticamente nuestra forma de comunicarnos e intercambiar información. Las tabletas, los teclados y especialmente los smartphones, junto con aplicaciones como WhatsApp, Twitter e Instagram, nos permiten compartir pensamientos e imágenes al instante, con respuestas casi instantáneas. Aunque la era digital ha simplificado muchas facetas de nuestra vida ¿cuál será el impacto a largo plazo de estos cambios? ¿Es prudente relegar en tan poco tiempo un cambio evolutivo tan significativo como este?
Es evidente que todo progreso conlleva la pérdida de ciertas habilidades mientras otras mejoran (el futuro) y en este caso específico, estamos viendo cómo nos alejamos cada vez más del modelo tradicional de escritura caligráfico, de lectura e incluso donde incluso el pensamiento se adapta y se modifica según nuestras acciones o impacto que recibimos. La realidad es que este avance tecnológico nos ha llevado a un rápido desuso de la habilidad escritural tal como la conocíamos: escribir con papel, tinta y una personal caligrafía.»
Era Digital contra Escritura Manual. Pero ¿Qué perdemos en este salto…?
La escritura es un complejo sistema neuronal y motor en el que se ponen en funcionamiento ambos hemisferios cerebrales y en diferentes cortes corticales. Si además esta es manuscrita, provoca una combinación de destrezas conjuntas y habilidades como: el desarrollo motriz fino, percepción visual, estabilidad direccional, orientación de espacios y formas, control sobre presión, pensamiento y acción, nivel de concentración, atención y esfuerzo, incluso destreza artística y desarrollo comunicativo.
Las ventajas son incalculables “A mayor escritura mayor actividad cerebral” pero escribir a mano, ha pasado a un segundo plano.
Escribir en un teclado resulta más rápido, cómodo y sencillo, pero también perdemos la impronta personal que cada uno tiene. La escritura es única, personal e intransferible. La escritura en el teclado no tiene los mismos beneficios en los procesos mentales. Expertos como el profesor Manfred Spitzer (universidad del Ulm) comenta que “SU EJERCICIO PERIÓDICO ES FUNDAMENTAL PARA LA ACTIVIDAD CEREBRAL, LA COORDINACIÓN Y LAS HABILIDADES MANUALES”. Este artículo en el periódico La Razón ofrece más información al respecto.
El profesor Juan Lupiañez, director del grupo de Neurociencia cognitiva de UE granada dice que: “EL CEREBRO DE LOS NIÑOS SE ACTIVA MUCHO MÁS CUANDO DEBE ESCRIBIR ALGO EN LUGAR DE TIPEARLO”.
Las ventajas son incalculables “A mayor escritura mayor actividad cerebral”. Este enlace de su Facebook aporta más información.
¿Nos afecta pasar directamente del aprendizaje caligráfico al clic del teclado? Si, claro que sí…!!!
La escritura manual FAVORECE EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA, CAPACITA MAYOR DESARROLLO EN IDEAS Y ESTIMULA LA MEMORIA
Un estudio de la Universidad de Indiana (EEUU) indica que los chicos que escriben con la mano activan más regiones del cerebro y se favorece en aprendizaje.
Esto sugiere que la escritura manual es más propicia para el aprendizaje y la memoria, y que apartarla en favor del teclado puede tener consecuencias negativas en el desarrollo cognitivo de los niños. Es fundamental seguir escribiendo a mano, volver al beneficio de crear, idear la alejarse ocasionalmente del teclado para volver a las raíces de la escritura. Desde la planificación de objetivos, una nota manuscrita hasta el diario personal; escribir a mano está recuperando poco a poco por los múltiples beneficios que aporta, como una herramienta valiosa para el desarrollo personal y profesional.
Está demostrado que escribir a mano activa áreas del cerebro involucradas en el aprendizaje y la memoria. Esto promueve la codificación profunda de la información y hace que se consolide mucho mejor el aprendizaje. Es precisamente el hecho de que la escritura a mano sea un proceso más lento y elaborado, creativo y personal lo que facilita el aprendizaje, la comprensión y la memorización del contenido.
Mejora la memoria, la comprensión y la capacidad de retención visual-lectiva.
No podemos obviar que la destreza y la práctica de esta habilidad tienen un gran impacto emocional, además de los beneficios cognitivos. Escribir a mano no solo relaja; también obliga a ralentizar los pensamientos, lo que puede ser terapéutico y contribuir a clarificar ideas y emociones. Esta práctica fomenta la organización y la creatividad, permitiendo una conexión más profunda con nuestros pensamientos e ideas. La escritura a mano es una herramienta invaluable en la era digital, pues, aunque la tecnología nos brinde comodidad y eficiencia, sigue siendo esencial para nuestro desarrollo cognitivo, emocional y creativo.
Que hemos dejado de escribir como antes, es cierto. Se ha descuidado la caligrafía, cada vez es más ilegible y peor calidad ortográfica. Escribimos mayor cantidad de mensajes simplificados, adornados con emoticonos que permitan trasmitir emoción a las letras ya que teclear genera cierta frialdad. Comunicar es importante, pero la forma de hacerlo también.
Con la escritura tradicional podemos percibir las sensaciones del autor: «El detalle en cada letra, la fuerza y el movimiento que clausura con la firma»